viernes, 22 de junio de 2012

Él - Ana Cherñak


Hace tiempo que lo sueño. No quiero decir que el sueño se repita sino que él aparece cada vez.
Al principio era divertido. Jugaba en la vieja casa, mis padres vivían y tenía a mi lindo perro en el jardín.
¡Qué gracioso!, a él lo veía igual a mí pero sabía que ese no era yo. Confianzudo me decía que si lo dejaba salir, él conseguiría minas para los dos y hasta podríamos turnarnos para ir a trabajar. ¿Qué chiste, no?
Pero eso era antes. Hace noches que busca molestarme. Sabe que no acostumbro a pensar en ciertas cosas y no pierde la oportunidad de recordarme que Terry murió de hambre y de sed. Lo había dejado atado, una vez que fui a Rosario para ver a River. Desde entonces me despierto sobresaltado, enfermo.
La cosa empeoró cuando volvió con la cantinela de la plata del viejo, la que era para pagar al mecánico y yo me la gasté.
—Tendrías que haberle dicho a papá que no arreglaste los frenos del Falcon— me decía, como si fuese un hermano mayor.
Me parece que no siempre sueño. Creo que con solo cerrar los ojos puedo verlo. Y al accidente, clarito. El chirriar de las ruedas, la desesperación de papá, siempre tan confiado el viejo, los gritos de mamá. Me veo. Mejor dicho lo veo a él con las manos chorreando sangre...
Siempre supe que sería mi peor pesadilla. Un pellizco no bastaría para despertarme.
Manoteo en mi mesa de luz, saco del cajón el revolver y PUM.
Yo no quería hacerlo, él me obligó. Me duele el pecho y siento frío, pero cierro los ojos y solo veo el jardín.


Acerca de la autora:
Ana Cherñak

1 comentario:

Javier López dijo...

Gran trama, excelente texto.