domingo, 20 de diciembre de 2009

Heridas invisibles - Javier López


Se derrumbó en mitad de la calle. Algunos transeúntes lo miraron sin acercarse siquiera. Hoy día ya se sabe, nadie quiere meterse en asuntos ajenos. Pero alguien llamó a una ambulancia.
Tardó pocos minutos en llegar, y en el mismo vehículo le aplicaron los protocolos habituales: una vía intravenosa, inyección de adrenalina, masaje cardíaco. Sólo experimentó una leve mejoría que lo mantuvo con vida.
Una vez en el centro hospitalario, le hicieron todo tipo de pruebas. Sus constantes estaban bajo mínimos y seguía sin reaccionar a los tratamientos. Sólo su naturaleza fuerte hizo que se recuperara con el paso de los días.
Al fin le dieron el alta. No había ningún daño físico, ni los médicos habían logrado encontrar explicación alguna al extraño padecimiento de ese hombre en el transcurso de las pruebas a las que fue sometido.
El informe médico fue igual de poco concluyente: "Diagnóstico: traumatismo producido por heridas invisibles. Presumiblemente causadas por la vida".

2 comentarios:

Anónimo dijo...

como usted dice nadie quiere meterse en nada pero a pesar de las adversidades siempre hay un alma caritativa dispuesta a ayudar a quie se la cruce en su camino. un saludo.

josé rasero dijo...

Breve. Y contundente final. Me gustó. Saludos!