domingo, 30 de agosto de 2009

Personajes extraviados - Javier López


Hace unos días los amigos de lo ajeno entraron en casa.
Seguro que cuando vieron la biblioteca, pensaron que entre los libros se escondería algún tesoro, en forma de billetes de banco. No sabían que el único tesoro eran las historias que cada uno de ellos narraba.
Cuando entré en casa vi, con desagradable sorpresa, todas las estanterías vacías y los libros sobre el suelo, algunos abiertos, otros con las encuadernaciones rotas. Con toda la delicadeza que pude les pasé el plumero, los acaricié con un trapo suave de gamuza y los volví a colocar en sus estanterías. Creo recordar que casi en el mismo orden que estaban antes del percance, porque tengo en la mente la disposición de la biblioteca. Aunque crece con frecuencia, el grueso de los libros lleva estando en su lugar desde hace años.
El problema es que tanto movimiento no ha debido sentar muy bien a los personajes: cada vez que abro un libro encuentro una nueva sorpresa.
En estos días, ya he tenido que rescatar a Don Quijote de la Odisea para devolverlo a La Mancha, de donde nunca debió salir. A Ulises tampoco se le dio bien la lucha contra molinos de viento... Y a un Aureliano Buendía totalmente desconcertado con su nueva trama, pues había recalado en el Café Triste de McCullers, tuve que indicarle el camino hacia Macondo, donde seguir con su centenaria soledad.
Algunos casos han sido más difíciles, los distintos personajes y tramas de Italo Calvino en "Si una noche de invierno un viajero...", se han entremezclado de tal manera en otras obras, que el puzzle resulta casi imposible de resolver.
Cuando he preguntado a algunos personajes por lo sucedido, me han dicho que como experiencia resultó interesante, pero que no soportaban por más tiempo estar fuera de contexto.


Tomado de: http://meriendaenelparque.blogspot.com/

2 comentarios:

Jose Thomas dijo...

Geniales derivaciones entre los libros y sus personajes!!!

Congratulaciones por estas letras!

joth

Javier López dijo...

Muchas gracias Jose, me alegra que te haya gustado!
Saludos.
Javier.