sábado, 16 de mayo de 2009

Vidente natural - Héctor Ranea


Bajo el rubro Ciencia y Otros Deshechos en el diario leí su aviso: Madame Bruhancet, Vidente Natural. Me sorprendió que, además, tradujera Tesis de Ornitología al rumano. Pedí turno a su celular y más me sorprendió aún que tuviera que esperarla dos meses. Como no tenía ningún motivo para ir: ni amores perdidos para encontrar ni silencios buscando notas, me inventé uno más banal: Yo era un extraterrestre que poseía los misterios del Calendario Maya y quería que ella me ayudase a quitarme ese poder, ya que me impedía tener relaciones con la gente normal. Era la coartada perfecta. El Complejo de Casandra resuelto por una vidente. En realidad, lo que yo quería era saber qué diferenciaba a las videntes naturales de las artificiales.

Porque, colegía yo, la contraparte de ella debía ser alguien recibido en una hipotética Universidad de la Videncia cosa que, además de risible, me resultaría tan o más sospechosa que la supuesta naturalidad de la videncia.

El asunto es que, llegada la fecha, fui a ver a esta señora. Nada que ver con la persona que imaginé. Era tan etérea como la fosforescente Arwen interpretada por Liv Tyler, tan bella como Cate Blanchett, pero más bien con la intrigante mirada de Helen Mirren en Prime Suspect. Nadie puede evitar, creo yo, deshacerse, desmoronarse, licuefacerse frente a esas mujeres.

Literalmente, me dejó sin aliento; casi muero al verla, me derrumbó como se derrumba un colosal puente entre la razón y la lógica. Era todas esas mujeres con las que uno llora en las películas, las mujeres que uno sueña en los colectivos, ésas que hacen que uno se quede con el bocado en la puerta de la boca de sólo recordarla en el almuerzo.

—¿Ahora entiende qué es ser una vidente natural? —me preguntó ni bien me hizo sentar luego de abonar por la sesión una cifra que esperaba que el diario me pagase.
No podía responderle. Estaba ya enamorado loco de ella. Y cuando me enamoro loco me quedo sin habla y sin respirar por unos segundos, como para obligar al cerebro a actuar antes de caer en oscuras tentaciones y dejarme espacio para razonar.

Al verme demudado, la Vidente (que obviamente había leído mis fantasías y se había reencarnado en ellas) sentada tras una ingente colección de Tarotes, me dirigió la palabra nuevamente:

—Suele pasar la primera vez. Tranquilícese. Si necesita, le sostengo la lengua para que no se la trague.

¿Cómo sabía esta mujer de mi epilepsia, que había logrado esconder hasta a los más avezados investigadores de la aseguradora de riesgos de trabajo? Ése fue un misterio que me vino a poblar las pesadillas desde entonces.

—Las videntes naturales, podrá usted verificarlo, somos antítesis de las Videntes por Transfusión, más que de las Educadas. Nacemos con este poder de concentrar los pensamientos de las mentes débiles en nuestro rostro. Su mirada, mientras me hablaba, me hacía volar por desiertos que creía ocultos para mi razón y porvenir.

No pude más; le dije que tuviéramos sexo ahí y entonces. Nos desnudamos, casi nos arrancamos la ropa, poseídos por la fuerza más fuerte de la Naturaleza, más fuerte que la que liga los quarks dentro del protón. En el sexo perdimos identidad, memoria, sentido del espaciotiempo; todo fue un mar incomprensible. Nunca antes mi mente racional se había dejado llevar por quimeras por lo que, después de lo que podría denominarse una sesión espiritual, esa mente se puso a defender el reducto cerebral de lo que esa mujer estaba ofreciéndome.

La puja llevó mi mente al carajo. Poco podía hacer frente a esa mujer que me había controlado con tan poderosas razones. Pero en un momento de debilidad de la Madame, cuando me enseñó una carta del Tarot que ya no recuerdo, mi cerebro triunfó sobre la palabra y sobre la imagen. Entonces la pude ver.

Era una anciana enclenque; en realidad, casi una momia cariñosa pero con nada ya se tenían juntas sus extremidades al torso y la cara era apenas un esbozo de pena.

Huí espantado de ahí. Pude ver la verdadera naturaleza de la vidente, pero ya no podría confesárselo a nadie. Era un secreto acordado tácitamente con Madame Bruhancet del que no podría descargar nada a nadie so pena de ser encerrado en algún nido de cuclillo.

Desde entonces trato de olvidar las penas y también los olvidos. Trato de no pensar y, sobre todo, de no curiosear más en los clasificados del diario.

10 comentarios:

Sergio Gaut vel Hartman dijo...

Cuentos como éste, don Héctor Ranea, me demuestran que la literatura vale la pena, y más todavía, que vale la pena haberse cruzado con usted por los caminos de la vida. Chapeau!

Nanim Rekacz dijo...

Cuento encontrado en un nido de cuclillo.

Ogui dijo...

Gracias, chas gracias...!!!

Salemo dijo...

El relato,más bien,la transcripción de la experiencia ( estoy seguro que se trata de eso),está genial. Lo que me lleva a un pequeño comentario extra: la teosterona muchas veces "pega" más que cualquier sustancia ilegal de esas que andan por ahí. Y es mas barata.

Nanim Rekacz dijo...

Y lo barato sale caro, Salemo. Más allá de esto, quiero dejar expresa constancia que este cuento me parece uno de los mejores de Ranea por su forma y su contenido, es muy profundo y revelador, íntimo y sin embargo ejemplar y abarcativo. Una metáfora acerca del amor y la creencia, la apariencia agradable y la verdad como un ente oscuro y doloroso.

Ogui dijo...

a veces la imaginación es más poderosa que la testosterona... pero gracias igual! Me siento halagado... ahora no sé si podré seguir escribiendo... espero mejorar!

Salemo dijo...

Me extraña en escritores tan avezados: la teosterona referida era a la situación y no a la creación del relato. Coincido en la excelencia del cuento y en la ídem de la imaginación del autor.
¿Es que acaso Salemo a veces es poco claro en sus comentarios?.
Cuando la teosterona está alta, toda vidente parece hermosa y al personaje le sobraba.(¡Sexo, sexo, quiero sexo!)Pa´mí ya entró medio excitado.

Carlos Feinstein dijo...

Buenisimo, excelente trabajo Ogui!!!!!

Unknown dijo...

LA CIUDAD DE SALTA, ARGENTINA, CONMOCIONADA POR LAS MALDICIONES DE UN CONCEJAL ESOTERICO:

MAGIA NEGRA - BRUJERIA

El ex edil Guillermo Capellán, siendo Presidente de la Comisión de Hacienda del Concejo Deliberante de la Ciudad de Salta, quiso cobrarle los impuestos al hermano del Alcalde/Intendente Alejandro San Millán, Antonio San Millán.
El Poder Sanmillanista contrató al Abogado Roberto Elio Gareca y este letrado a su vez contrató a un delincuente juvenil, Rodrigo Chavarría (taxi-boy menor de edad a quien Gareca conoció en el Parque San Martín de la Ciudad de Salta) y lo denunciaron por violación. Estuvo 101 días preso y desde la cárcel vaticinó que saldría el día de la Lealtad Peronista, horas más horas menos salió en la madrugada del 18 de Octubre de 2003. Al salir del presidio en Concejal dijo “Quienes participaron en el complot pagarán muy caro lo que me hicieron”:
“Al Juez le pasará lo mismo a que a mí, se quedará sin cargo”. A los seis meses abogados de la Ciudad de Salta pidieron Juicio Político al Juez de la causa, Luis María Agüero Molina lo destituyeron por motivos relacionados al caso edil ocultista.
“Rodrigo Chavarría, pupilo de Roberto Gareca, hizo una denuncia falsa siendo menor de edad y eso es delito, cuando sea mayor vivirá preso”.
Chavarría siendo mayor cometió una estafa y fue condenado por un año, quedó en libertad condicional y a los tres meses cayó nuevamente en manos de la Justicia Federal por “Usurpación de Títulos y Honores y Estafa” y sigue preso.
“Destruyeron mi vida, y ese tipo participó en el estrépito mediático es un empresario de medios y publicidad, yo lo escuchaba desde mi celda decir cosas espantosas… tendrá su merecido” El empresario al que se refería el Concejal Ocultista sería Julio Castillo a quien lo internaron en una clínica con un fuerte dolor de cabeza, se le declaró un tumor cerebral fulminante y murió en horas.
“En el Diario El Tribuno se ensañaron conmigo y el Abogado Gareca publica todas las barbaridades que quiere porque su hermano es el Jefe de Redacción de Noticias Policiales en ese matutino… no importa, ya llegará el día…” Se refería al periodista Sergio Alberto Gareca a quien le descubrienron un cáncer galopante y murió en poco tiempo.
La predicción o “maldición” pública más dura y contundente del Concejal Astrólogo y Esotérico es cuando vaticinó en la FM Pacífico 92.9 en el Programa del periodista Daniel Salmoral aseguró: “Los San Millán pagarán con lágrimas de sangre lo que me hicieron” Inexplicablemente, el hijo de Antonio San Millán de 16 años murió aplastado por una cortadora de cesped minitractor. La gigantesca empresa de materiales de construcción conocida como Corralón El Milagro” se fundió y dejó un tendal de empleados sin indemnizar.
“Siguen haciendome daño por lo tanto siguen acumulando desgracias” En esta frase se refiere elipticamente al Empresario-locutor Martin Grande y al Abogado Roberto Elio Gareca sindicados como los principales responsable de la conspiración por cuanto el presunto violado y delincuente Rodrigo Chavarría los sindicó en su confesión como los autores ideológicos de la denuncia contra Guillermo Capellán. Con respecto a ellos el Esotérico Edil dijo: “tengo todo el tiempo del mundo para verlos caer, ellos son las frutillas del postre”.
Salta es la capital turística de todo el Norte de Argentina donde viven 600.000 habitantes y en todos los rincones de la Ciudad se comenta: “Las Maldiciones del Concejal Capellán se están cumpliendo”. ¡Esto es para pensar porque el edil lo dijo en los medios con mucha anticipación! Si quiere leer el artículo completo escriba en cualquier buscador: “Cadena Global+maldiciones del Concejal” y tendrá mas detalles sobre este tema. Porque la brujería parece que existe y este político es esotérico. (Difunda, publique o envíe esta noticia por mail a sus amigos, luego pida un deseo y se cumplirá)

webmaster dijo...

Siempre me llamo la atencion el tarot la magia y demas, por eso cada ves me fui integrando y estuadiando y pude perfeccionarme

mucho, muy bueno en sitio sigan asi, besos.
Videntes