viernes, 28 de noviembre de 2008

Empotrando - Sergio Gaut vel Hartman


—¿Puede correr el día?
—¿Hacia dónde quiere que lo corra?
—¿Ayer? ¿Puede hacer que hoy sea ayer?
—Puedo; esto es un cuento, no hay restricciones.
—A las tres de la tarde, en Las Violetas de Rivadavia y Medrano. Dejé plantado al señor Robles.
—Muy vegetal lo suyo —sonreí. Corrí el viernes hasta empotrarlo en el jueves. Jacinto Robles estaba, en efecto, plantado, como ella lo había dejado.
—¡Ay, señor Robles, qué mala fui! Lo dejé plantado.
—No es nada —dijo Jacinto—. No hay mal que por bien no venga: mire, florecí.
—¿Floreció? —La muchacha estaba perpleja.
—Fructifiqué, en rigor a la verdad. —Robles sacudió las ramas, de las que colgaban voluptuosos racimos de uvas.
—¿Uvas?
—Si algunos les piden peras a los olmos no veo nada de malo en que los Robles demos uvas; ¿no le parece, señor...? 
—Boj, Narciso Boj. –Estuve a punto de extender la mano para estrechársela; me detuve a tiempo.
—¿Y ahora? —dijo la muchacha, decepcionada.
—¿Cómo se llama usted?
—Paola.
—¡Perfecto! —corrí el viernes y lo empotré en el sábado 8 de julio de 2014, donde estaba seguro de que mi mujer no me encontraría. En ese tiempo, Paola y yo vivimos un tórrido romance cuyos pormenores no pienso describir en este momento... y seguramente nunca lo haré.

4 comentarios:

Nanim Rekacz dijo...

Una perlita. Cuando necesite correr un día para encontrarme con alguien, le aviso.

Anónimo dijo...

Asi hno en Moisès y ABraham debemos buscar la concordia, la paz y la soluciòn . ALgo asi como vuestro cuento.

Sergio Gaut vel Hartman dijo...

Nanim. A sus órdenes. Corro días, semanas, meses, años. También puedo arrimar lugares distantes para hacerlos coincidir en un momento determinado. Es un servicio garantizado, ya que si no queda satisfecha, aunque no devuelvo el dinero, lo sigo intentando hasta lograr el éxito.

Sergio Gaut vel Hartman dijo...

Víctor Hugo. Yo no me reconozco hermano en nadie, por ilustre que sea el muerto en cuestión. La Biblia es un libro más y los señores y situaciones nombrados en ella son elementos de dominación usados por las jerarquías religiosas para producir lo que con tanto fervor quieres erradicar. Elimina las religiones y habrás eliminado el 90% de los problemas. Habrá paz, concordia, y podrán solucionarse el hambre, el dolor y la tristeza de la marginación y la pobreza. A las religiones les sirven los pobres y los desean para perpetuarse en el poder. Cuando el hombre se saque de encima esa lacra corrupta habrá dado un paso hacia un escalón evolutivo superior.

Sergio Gaut vel Hartman
Pensador libre y escritor.