lunes, 19 de diciembre de 2011

Cronología de un escarmiento - Claudio G. del Castillo

5:35 pm
El hombre habla por teléfono:
–No se angustie, señora; me haré cargo de su denuncia. ¡Micifuz no estará solo en tanto yo represente a la Sociedad! Así que advierta a su yerno antes de que me persone en su vivienda. En cualquier caso, por más que meta una y otra vez al gato en el inodoro, este no confesará que se comió el guacamayo. ¿Dónde dijo que vivía?... En menos de quince minutos estaré allá, bye.
El hombre echa en su portafolios un talonario de multas y sale de la oficina.
5:40 pm
El hombre llega al aparcamiento y se tropieza con el simpático chihuahua del jefe. Últimamente al perrito le ha dado por orinar el neumático izquierdo trasero de su auto. De hecho, en ese preciso instante apoya una pata en el guardabarros.
El hombre mira su reloj y hace un gesto de contrariedad.
5:45 pm
El perrito culmina su micción. No bien el hombre se dispone a entrar en el auto, el chihuahua vuelve a alzar su pata.
“Parece que aún nos queda algo ahí dentro, ¿eh?”, dice el hombre.
Sí, “nos queda”. Bastante.
El hombre prende un cigarrillo y le da tres bocanadas seguidas; y cinco más cuando, sin previo aviso, el perrito empieza a cagar.
El hombre consulta la hora.
5:55 pm
El chihuahua termina, se frota el ano en el pantalón del hombre e inicia el mutis, pero el hombre le silba. El perrito regresa y se queda observándolo, después saca la lengua y menea la colita, juguetón.
El hombre le hace cosquillas en el cuello con la puntera del zapato. “Churri, churri, chu… Claro, era imposible tanta mierda si no tuvieses una indigestión de puta madre”, dice, mientras el perrito le vomita el zapato.
El hombre tira la colilla en el vómito para que se apague, no sea que el chihuahua la pise. Luego se contempla las uñas.
De las uñas salta a la muñeca.
6:00 pm
Una patada en el culo le anuncia al perrito que el hombre ha concluido su jornada laboral.

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